3 Ethel

CEO de Swell Finanzas

Estratega financiera que pone primero a las personas

“No tengo un líder como tal a quien admire, pero creo que a lo largo de mi carrera he visto líderes muy buenos y también muy malos. De ambos he aprendido mucho. De los buenos he aprendido lo que sí quiero ser.”
Con una trayectoria de primer nivel en el mundo de las finanzas, Ethel Mora Ponce ha sabido forjarse en la adversidad, liderar con integridad y transformar su entorno, poniendo a las personas en el centro de cada decisión.
CEO de Swell Finanzas en Movimiento, Ethel tiene más de 15 años de experiencia en el área de riesgos crediticios. Pero ser una asesora reconocida en el terreno de las inversiones no le impide ver más allá de lo material y la frialdad de los números, ejerciendo un liderazgo profundamente maternal y humano. Entre los pilares que guían su camino profesional destaca el legado de su madre, una abogada que le demostró la importancia de la resiliencia y le enseñó a no detenerse ante los obstáculos.

La resiliencia como punto de partida
Ethel se describe como una mujer valiente, no por pose, sino por necesidad. Explica que las situaciones difíciles no te piden permiso. Llegan. Y cuando llegan, te forjan.
Graduada en Administración Financiera por el Tecnológico de Monterrey, con estudios en Francia y Monterrey, un MBA por el IPADE y un diplomado en Blockchain por el MIT, recorrió un largo camino antes de ocupar puestos directivos. Desde su paso por GE Capital, división de servicios financieros de General Electric, hasta su rol en la mayor firma de arrendamiento de equipo de transporte, la canadiense Element Fleet, ha enfrentado desafíos propios de un entorno históricamente dominado por hombres.
Gracias a su habilidad en el mundo de las finanzas, se ha desenvuelto en terrenos complicados, como el campo del riesgo financiero. Es además experta en el underwriting, un procedimiento técnico financiero que facilita el acceso de las empresas al mercado de capitales. Adaptarse, prepararse y no tener miedo a adquirir conocimiento nuevo son para Ethel las claves para avanzar.

Liderazgo con rostro humano
Para Ethel, liderar no se trata de mandar, sino de servir. “Un líder tiene en sus manos el destino de otras personas. No estamos frente a máquinas. Son seres humanos, con sueños, problemas, retos. Liderar es una responsabilidad inmensa”, afirma. Le interesa que sus colaboradores sean mejores en su puesto, pero lo que más le importa es que sean la mejor versión de sí mismos, señala. Y lo demuestra con acciones: promueve la flexibilidad laboral, respeta la equidad salarial y fomenta el equilibrio entre vida y trabajo. “Si un área está desbordada, lo primero que hago es ver cómo optimizar. Si no se puede, contratamos a alguien más”, explica, y reitera que no se trata de exprimir a las personas, sino de cuidarlas para que puedan dar lo mejor.

Maternidad distinta, pero igual de poderosa
Aunque el camino hacia la maternidad biológica no fue para ella, Ethel abraza su rol desde otra trinchera. “En mi plan sí estaba tener hijos, pero no fue posible”, admite. Sin embargo, apoya a muchas mamás desde su posición de liderazgo. “En mi equipo hay varias, y soy la primera en decirles: ve al festival de tu hijo, atiéndelo si está enfermo. No todo se trata de cumplir horarios de oficina”, comparte. Asegura que su forma de acompañar a otras mujeres en la maternidad está inspirada en su propia madre, una abogada que fue su faro. “Mi mamá me enseñó que nunca hay que rendirse. Pase lo que pase, nos levantamos. Su calidez y resiliencia han sido mi escuela”, dice con emoción. La frase de su mamá que respalda su camino al desarrollo es: “El cielo no es el límite. Si sueñas en grande y te mantienes íntegra, todo es posible”.

Rompiendo la brecha con firmeza y propósito
Aunque reconoce que se ha avanzado en la inclusión de mujeres en espacios de liderazgo, es realista: “El techo de cristal aún existe, especialmente en las finanzas. Las mujeres debemos demostrar más para que nos escuchen y respeten”. Pero lejos de quejarse, se enfoca en construir el cambio desde dentro de la empresa que dirige.
Aunque no es madre como desearía, Ethel es una gran promotora de la cultura del balance entre el trabajo y la familia. Hay momentos cuando el trabajo demanda más, pero nunca debe perderse de vista que lo más importante está fuera de la oficina, reconoce. “Siempre hay que dar el justo valor a las cosas que lo merecen. No puedes poner todo tu esfuerzo y tu corazón en alguna de las dos partes de la balanza, porque se desequilibra. La familia es fundamental, es una esfera que, si se rompe, es muy es difícil repararla”, puntualiza.

En un entorno donde muchas veces el éxito se mide en cifras y cargos, Ethel Mora representa una visión distinta del liderazgo: una que pone a las personas, la integridad y el equilibrio en el centro de todo.

About The Author

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete a nuestro Newsletter