Miguel Ángel Landeros, conquistador de mercados asiáticos

Una vida de viajes y la pasión por los negocios convirtieron al empresario en una figura relevante en el comercio exterior de México. Lleva más de una década representando al sector exportador jalisciense como presidente del Comce de Occidente, desde donde su participación ha sido crucial para la renegociación del Tratado de Libre Comercio, ahora TMEC. Asimismo, tiene una influencia notoria en las relaciones comerciales con países asiáticos.
Por Gabriela Chávez, Fotos José Topete.
“Ser líder es lograr que con tu ejemplo, tu influencia y con base en las cosas que has demostrado ser, las personas que te siguen reciban un impacto positivo. Es importante que lo que haces como líder tenga un efecto favorable en la vida de quienes están a tu alrededor.”
Miguel Ángel Landeros Volquarts es un empresario incansable, que se ha destacado en múltiples sectores, desde la agroindustria hasta el comercio exterior. Su carácter inquieto y su pasión por estar en el lugar donde haya acción lo impulsaron a construir una carrera sobresaliente.
Como representante empresarial, su apoyo para fomentar la globalización en México y la consolidación de vínculos internacionales le valió múltiples invitaciones de gobiernos extranjeros. En 2008, fue nombrado presidente de la Cámara de Negocios India-México y Cónsul Honorario de Vietnam.
Su liderazgo como presidente del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce) de Occidente lo colocó en el epicentro de acuerdos cruciales, como la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), hoy TMEC. En este proceso aportó la perspectiva de la pequeña y mediana industria en el ámbito de la exportación, y logró sensibilizar a senadores, congresistas y miembros de la administración republicana de Estados Unidos y representantes de Canadá, apoyando al país.
Una larga trayectoria
Como empresario en sectores como el tequilero, el maderero, el textil, el inmobiliario y en la producción de aguacate y agave, Landeros defiende la idea de que el gobierno debe facilitar el desarrollo del sector privado. Su experiencia en los mercados internacionales lo deja convencido de la necesidad de diversificar las exportaciones mexicanas y reducir la dependencia de Estados Unidos, un reto que considera “esencial para la prosperidad económica de México a largo plazo”.
Además del Comce, ha ocupado posiciones importantes en organismos cúpula del sector privado: vicepresidente del Consejo Agropecuario de Jalisco y vicepresidente de la Comisión de Comercio Exterior y Asuntos Internacionales de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamin).
Miguel Ángel Landeros no es el típico director que dicta órdenes desde una oficina; su naturaleza inquieta lo lleva a estar presente en donde haya actividad. “No me gusta quedarme en un lugar; lo que me motiva es estar donde se desarrolla la acción”, reconoce. Este estilo de liderazgo le ha permitido comprender de cerca cada sector en el que participa, desde el agroindustrial hasta la exportación de productos.
Sus constantes viajes le han abierto puertas y permitido construir relaciones en mercados globales. Estos desplazamientos, más que un deber, constituyen su pasión, porque piensa que viajar “es esencial para el desarrollo personal y una fuente de inspiración continua”.
La presencia de los caballos en su vida, desde la infancia, refleja su amor por el campo y su conexión con la naturaleza. Estas aficiones también le brindan momentos de reflexión en medio de su apretada agenda, equilibrando así sus responsabilidades.
Una carrera con raíces
Landeros creció en un entorno ligado con el negocio de la madera; desde joven, comprendió la importancia del comercio y la industria. Su vida empresarial comenzó en los aserraderos familiares, donde desarrolló habilidades que luego aplicó en otros sectores, como el agroindustrial. El negocio del tequila, un pilar para la familia por cinco generaciones, también influyó en su trayectoria y en la creación de su propia marca: Tequila Triunfo. Landeros continúa esta tradición, y ahora exporta sus productos tequileros y de aguacate, mercancías que han ganado gran popularidad en el extranjero.
Además de la producción agroindustrial, ha incursionado en los bienes raíces, una combinación que le permitió construir un portafolio diversificado. Esta visión integral lo llevó a ser un promotor de la exportación, y hoy es uno de los principales exportadores jaliscienses.
Con una situación privilegiada desde su infancia, Landeros no recuerda haber tenido un deseo en particular. “Más que soñar, lo que me gustaba mucho siempre era viajar. Me gustaba tanto que acabé viviendo por casi diez años en Nueva Delhi, India”, agrega el empresario.
El Cristóbal Colón del comercio exterior
En su inquieta vida, Landeros tomó sus ahorros y, como un conquistador moderno, descubrió una ruta a la India que terminó fascinándolo por las oportunidades de negocio que encontró.
Vivió casi una década en Nueva Delhi, donde comenzó a desarrollar sus habilidades en el comercio exterior. Durante su larga estadía en Asia trabajó para una empresa destacada, y más tarde abrió su propio negocio, lo que definió su camino hacia el comercio internacional.
Su estancia en la India le permitió forjar conexiones significativas y comprender las dinámicas del mercado asiático. Este conocimiento lo ayudó a fortalecer la relación comercial entre México y la nación india, y a consolidar su papel como puente entre empresarios de ambas naciones. Su experiencia en Asia le abrió puertas en el comercio internacional, y le proporcionó una perspectiva global que ha influido en su enfoque de los negocios y la exportación.
Defensor de la apertura
A lo largo de su carrera, Landeros ha asumido roles clave en organismos empresariales, destacándose como un defensor del comercio internacional y la apertura económica. Su colaboración con la Cámara de Negocios India-México le abrió puertas para asumir la vicepresidencia del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce) en 2010.
Posteriormente fue nombrado presidente del Comce en la región Occidente, cargo que ostenta desde 2013, representando los intereses de empresarios del sector exportador de Jalisco, Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Michoacán, Nayarit y Zacatecas.
Opuesto al proteccionismo, Landeros admite que actualmente hay una tendencia a cerrar fronteras, incluso en naciones desarrolladas como Estados Unidos y en países europeos. “Es una tendencia que vemos en muchas partes del mundo. Con frecuencia, ello ocurre por presiones de los propios empresarios, quienes de manera equivocada exigen la protección de sus fronteras para cuidar sus fuentes de trabajo… Pero no hay nada mejor para los consumidores que la apertura y la libre competencia”, advierte.
Una visión global
El liderazgo de Landeros ha sido fundamental en la expansión de la presencia de México en mercados como Medio Oriente, la India y Centroamérica. Actualmente es también presidente de la sección de Medio Oriente en COMCE nacional y cónsul honorario de Vietnam, demostrando su compromiso con la promoción de las relaciones comerciales entre México y otros países.
Desde su perspectiva, el mejor camino es abrirse al comercio exterior, porque nuestro país experimentó con el cierre de fronteras en el pasado y esto provocó un mercado interno “con productos de mala calidad y caros”, sentencia. “En contraste con la realidad en México antes de la globalización, hoy tenemos empresas transnacionales que generan cientos de miles de empleos bien remunerados”, indica Landeros, quien argumenta que la intención de volver al pasado es una noción retrógrada. “Es una visión de algunos empresarios y de ciertos políticos, que de esta forma tratan de generar votos”, señala.
Las barreras arancelarias generan aumento de precios, y eso nunca beneficia al consumidor, ni genera empleos, insiste; aboga por explorar y aprovechar los acuerdos comerciales en Asia y Europa. “Tenemos más de catorce tratados comerciales con más de cincuenta y cuatro países. Somos un país globalizado, algo que es positivo para la expansión de las empresas y para los consumidores mexicanos”, afirma.
Landeros opina que Jalisco es un ejemplo del potencial exportador que hay en México. “Jalisco es un estado que, sin compartir un centímetro de frontera con Estados Unidos, tiene una posición de liderazgo en la exportación, con cifras astronómicas: casi 50 mil millones de dólares, gracias a sus 22 sectores exportadores”, apunta el directivo.
Su concepto de felicidad
La trayectoria de Landeros no ha estado exenta de desafíos, desde la barrera del idioma en Asia hasta los reveses financieros en sus primeros negocios. “En India dicen que hablan inglés, pero no es cierto. En muchas partes hablan una mezcla de lenguas difícil de entender. Es algo muy delicado cuando estás cerrando negocios”, comenta. Estas experiencias le brindaron resiliencia y le enseñaron la importancia de adaptarse en un entorno competitivo.
En el ámbito personal, su familia ha sido su motor principal, y aunque los viajes constantes le impiden pasar más tiempo con ellos, procura balancear siempre su vida profesional y familiar, menciona. Otro elemento importante lo componen sus caballos. “A mí me subieron a uno desde que tenía uso de razón. Me gustan tanto que participé en salto y en polo ecuestre”, relata Landeros. Su abuelo fue jugador de polo y charro en su juventud; sin embargo, Miguel Ángel no siguió el llamado del deporte ecuestre, aunque parte de su felicidad radica en disfrutar de sus equinos.
No obstante, por mucho, su mayor pasión es el comercio exterior. De modo que su consejo para los exportadores es: “¡Descubran el potencial de los tratados comerciales!”. Desde el de Norteamérica, Centroamérica, Sudamérica, Europa, así como los de Complementación Económica con otras partes del mundo. “Hay oportunidades gigantescas, y los empresarios deben creérsela para competir”, concluye.