Porfirio Ramírez, con fe en Dios y el corazón en la ley

Porfirio Ramírez, conocido como el Midas del Derecho, es Doctor en Derecho, consultor y abogado empresarial, fundador y director general de Grupo Jurídico Empresarial, es considerado por muchos el mejor y más prestigiado abogado del estado de Puebla y uno de los más reconocidos en el territorio nacional. Tiene más de veintitrés años ejerciendo el Derecho, puesto que siendo estudiante ya ejercía la profesión. No solo conoce a la perfección las leyes, sino el nuevo sistema jurídico y también el anterior. Como profesional, siempre busca lo mejor para sus clientes. Conoce un poco más de Porfirio Ramírez en una amena entrevista. Por Verónica Aguirre. Fotos: Roberto Ramírez.
Porfirio es un hombre exitoso. En su larga y fructífera carrera ha aprendido a sortear cada obstáculo. Es un hombre profundamente religioso, devoto de san Miguel Arcángel, el defensor de las causas justas. Y no olvida su origen, como hijo de comerciantes. Y si bien le costó mucho terminar la licenciatura en Derecho, esa experiencia lo hizo sentirse profundamente agradecido con Dios y con la vida. Con su trabajo ha podido ayudar a mucha gente, y también es Presidente de la Fundación “Justicia para el que Menos Tiene, A.C.”, que tiene más de diez años brindando asesorías jurídicas gratuitas.

¿Qué te motivó a dedicarte al Derecho?
En 1994, cuando empezaba la preparatoria, ocurrió una de las peores crisis económicas en la historia reciente de México. Mi papá atravesaba un mal momento, y se vio en la necesidad de recurrir a abogados. Pasamos por cuatro, y ahí me di cuenta de que muchos licenciados en Derecho no saben lo que hacen: mienten, cobran sin trabajar y no tienen la preparación necesaria. Pude ver y vivir la injusticia en carne propia; entonces, despertó en mí la ilusión de ser abogado y ayudar a la gente. Al terminar la preparatoria quise estudiar en la Escuela Libre de Derecho de Puebla. Y aunque nuestra situación económica era complicada, mi papá hizo todo lo posible para apoyarme con la colegiatura y así cumplir mi sueño. No fue sencillo, porque debí trabajar en el negocio familiar y estudiar al mismo tiempo.
¿Qué opinas de los cambios en el Poder Judicial?
Creo que el que sea posible elegir a los integrantes del Poder Judicial, sea federal o estatal, a través del voto, es loable. En lo que no estoy de acuerdo —y es algo que he dicho públicamente— es en el proceso. Yo, teniendo más de 23 años litigando, con cuatro maestrías, dos doctorados, un posdoctorado y una especialidad en Derechos Humanos, no me atrevería a ser juez o magistrado. Eso es porque la perspectiva de un litigante, de un académico, de un funcionario público o de un político nunca va a ser la misma a la de un juzgador. Desde mi punto de vista, nuestros jueces deben tener una carrera judicial firme y haberse desempeñado con honestidad. Y tal como está el proceso, se están abriendo las puertas para ocupar dichos cargos a abogados sin la adecuada preparación para tal fin. También debemos tener presente su calidad moral y su prestigio social.
Tocas un tema muy importante: la calidad moral.
Claro, porque una persona puede tener una preparación muy buena, pero ser deshonesto. Con esta reforma al Poder Judicial no debería bastar con ser abogado, sino que se cuente con carrera judicial, y verificar sus principios morales y su prestigio social.
¿Crees que estos cambios en el Poder Judicial lleguen a vulnerar los derechos de los ciudadanos?
Por supuesto, porque, insisto: vas a tener un ministro, un juez, un magistrado sin la expertise necesaria. En lo que aprende, cuántas sentencias puede emitir, y eso es lo grave, porque pueden violar los derechos de las personas. Recordemos que tenemos el derecho a una justicia expedita, imparcial y gratuita. Entonces, quien no está preparado para estos cargos puede provocar consecuencias graves para el justiciable. Se va a requerir capacitación y evaluación constantes para verificar cómo estarán ejerciendo la administración de justicia.
¿Qué te llevó a abrir oficinas en la Ciudad de México, Nueva York y Los Ángeles?
Hace cinco años, al empezar la pandemia, me invitaron a Enlace México, que es un canal de televisión por cable, y me pidieron hablar sobre los problemas que los migrantes dejan en México y no pueden resolver por estar en Estados Unidos. Entonces, comenzó a gestarse la idea de abrir un despacho allá y ayudar a esas personas a resolver divorcios, rectificaciones de actas de nacimiento, regularizar terrenos que no están escriturados o son propiedad ejidal, e incluso, conseguir la nulidad de un matrimonio eclesiástico, porque a veces quieren volver a casarse por la Iglesia. Con la pandemia, el proyecto se detuvo, pero aproveché ese tiempo para abrir la oficina en la CDMX, la cual se ubica en Av. Chapultepec 480 4o. piso, muy cerca de Reforma, con la firme idea de competir con las grandes firmas jurídicas del país.
A finales de 2021, mi amiga Isabella Zozoaga me dijo: “Este es el momento ideal para hacer realidad tu despacho en Estados Unidos”. Fuimos, y después de una entrevista con un conocido de ella, entendí que el despacho debía estar donde vivieran los mexicanos, y ese lugar es Brooklyn, Nueva York. En ese viaje conocí al doctor Gabriel Rincón; él fue el fundador de la Asociación Mixteca Poblana hace muchos años. Le conté sobre mi proyecto de abrir el despacho, y me dijo: “Me gusta tu proyecto, y te voy a ayudar”. Después de mucho trabajo, nació a la vida jurídica en Estados Unidos Porfirio Ramírez Mendoza Foreign Legal Advisers LLC. Actualmente, estamos fortaleciendo la oficina de Los Ángeles, California. Con estas oficinas en Estados Unidos, los connacionales tienen un lugar que les da certeza jurídica, y no se sientan solos ni desprotegidos.
¿Qué diferencias hay entre la aplicación de la justicia en Estados Unidos y en México?
Hay un mundo de diferencia. Recientemente llevé un asunto que tenía conexidad con Estados Unidos y México. El juicio tuvo lugar en la ciudad de Dallas, Texas; ahí las leyes son más duras, los jueces están muy preparados. Mi percepción es que la justicia en ese país se aplica con mayor pulcritud, a diferencia de México, donde la justicia muchas veces es para quien tiene los recursos para contratar un buen abogado.

¿Crees que con el segundo mandato de Donald Trump el migrante corre mucho riesgo?
Sí van a correr riesgo, sobre todo si no tienen seguridad jurídica. Es momento de ofrecer servicios de atención al migrante, para que reciba ayuda jurídica seria y profesional. Nosotros contamos con la infraestructura para poder ayudarlos. Por desgracia, la incertidumbre jurídica hace posible arrestar a quien esté en proceso de regularizar su situación migratoria y dejar el trámite inconcluso.
¿La legislación mexicana está preparada para combatir los delitos que se realicen por medio de la inteligencia artificial?
No, para nada. Apenas nos estamos actualizando, por llamarlo así, con los delitos cibernéticos. Es muy complicado, porque antes, por poner un ejemplo, si alguien enviaba amenazas, tan solo con que la autoridad viera la pantalla del teléfono hacía prueba plena. Actualmente ya no, debes buscar un perito en informática para que realice un dictamen. En lo tocante a la inteligencia artificial, en México estamos apenas iniciando. Se va a requerir reformar las leyes penales de nuestro país y eso, desde luego, conlleva tiempo.
¿Cuáles son tus preceptos de vida?
El trabajo es una bendición de Dios, y a pesar de que tengo muchos compromisos, trato de vivir en equilibrio. Estar con mi familia me llena mucho: estar en casa con mi esposa Gaby y mi hijo Porfi.
Trato de compartir lo que Dios me da. Hay que ayudar al prójimo, ser generoso es importante. Cuido mucho mi nombre, porque quiero que mi hijo esté orgulloso de él, que cuando sea grande le digan: “Tu papá fue un buen hombre, me ayudó”, y eso le marque el camino para ser un hombre de bien.
¿Qué le dirías a un joven que quiere ser abogado?
Primero, que van a estudiar una de las carreras más hermosas que hay. Segundo, que cuando salgan de la universidad no pretendan ir de prisa, es una profesión que requiere un temple muy firme, que siempre piensen primero en resolver el asunto de sus clientes, y luego en lo que van a cobrar. Tercero, que cuando tengan un caso, que hablen a su cliente con la verdad, y le muestren cuáles son las probabilidades de llevarlo a buen término. Eso les ayudará a ganar un buen prestigio, que es lo más valioso que tiene un ser humano.
¿Puedes compartir con nosotros un caso que te haya dado grandes satisfacciones?
Estudiaba el cuarto año de la carrera. En esa época, mi papá dirigía un equipo de futbol de veteranos. Su portero era un taxista, y le preguntó a mi papá: “¿Su hijo estudia Derecho?”, y él respondió que sí, y le comentó que le había llegado la notificación donde le informaban que tenía que desalojar su casa. Redacté una demanda de amparo en la biblioteca de la escuela, con los conocimientos que tenía y con el consejo de algunos maestros, y logré ganar mi primer caso y regresarle su casa. El señor falleció el año pasado, y sus hijos siguen muy agradecidos conmigo por haberles ayudado a conservar su techo. Tengo una copia certificada de ese expediente aquí en mi oficina, a la vista de todos, para que nunca se me olvide de dónde vengo y la misión que Dios me dio en esta vida.
Por último, quiero compartir que a pesar de ejercer una de las profesiones más cuestionadas vivo tranquilo, y llego a casa y abrazo a mi familia con las manos limpias, porque hasta hoy todo lo ejercido y obtenido ha sido en honor a la verdad y a los altos valores profesionales con que me conduzco. Cabe mencionar que no represento asuntos penales de alto impacto, porque mi especialidad es proteger y recuperar patrimonios.
Porfirio Ramírez es un destacado abogado en Puebla y en la CDMX. Su currículum académico es impresionante.
- Licenciatura en Derecho por la Escuela Libre de Derecho de Puebla, A.C.
- Maestría en Estrategia Fiscal por la Universidad de las Américas Puebla.
- Maestría en Derecho Penal con Mención Honorífica por el Centro de Estudios de Posgrado.
- Maestría en Derecho Empresarial por la Universidad de las Américas Puebla.
- Maestría en Derecho Constitucional y Amparo con excelencia académica por la Escuela Libre de Derecho de Puebla, A.C.
- Especialidad en Derechos Humanos Internacionales por la Universidad de Estudios de Posgrado en Derecho de la Ciudad de México.
- Doctorado en Investigación Jurídica, concluido con excelencia académica, por la Escuela Libre de Derecho de Puebla, A.C.
- Doctorado especializado en Juicios Orales con Mención Honorífica por el Centro de Estudios de Posgrado.
- Posdoctorado concluido con excelencia académica por la Universidad de Estudios de Posgrado en Derecho de la Ciudad de México.
Porfirio Ramírez ha recibido, por mencionar solo algunos de sus múltiples reconocimientos los siguientes:
- Doctor Honoris Causa, que le fue entregado en la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión.
- El Claustro Doctoral le otorgó en el Senado de la República el máximo grado de Doctor de Doctores Honoris Causa.
- Es un abogado multirreconocido por diversas asociaciones de periodistas de radio y televisión, académicos y locutores.
- Fue reconocido en Palacio Nacional por el presidente de la República.
- Le fue entregado un reconocimiento por parte de Lions Club en Brooklyn, N.Y.; asimismo, recibió reconocimiento por parte de la Ciudad de Los Ángeles, California, y el Distrito 14 del Consejo.
- Reconocimiento recibido por parte de El Supremo Consejo de la Sociedad Mexicana de Grandes Defensores de la Patria en la ciudad de Puebla.
- Reconocimiento entregado por la Facultad de Derecho de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
- Recibió el Micrófono de Platino, el premio México en tus Manos y Grandeza Hispana International Awards como el Abogado del Año.
- Participó en el documental que realizó la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión con motivo de los 100 años de vida de la Constitución, documental que forma parte de los Archivos de la Nación.